“Creo que no nos quedamos ciegos,
creo que estamos ciegos,
ciegos que ven, ciegos que, viendo, no ven”.
José Saramago.
Un hombre parado ante un semáforo en rojo se queda ciego súbitamente. Es el primer casó de una ¡ceguera lechosa! que se expande de manera fulminante. Internados en cuarentena o perdidos en la ciudad, los ciegos tendrán que enfrentarse con lo que existe de más primitivo en la naturaleza humana: la voluntad de sobrevivir a cualquier precio.
Así comienza Ensayo sobre la ceguera, la ficción de un autor que nos alerta sobre la responsabilidad de tener ojos cuando otros los perdieron. Autor de más de 40 títulos, José Saramago (1922 - 2010), fue un escritor, novelista, poeta, periodista y dramaturgo portugués. Entre sus obras ineludibles para la literatura portuguesa y universal se encuentran Ensayo sobre la Ceguera, Todos los nombres, El Evangelio según Jesucristo, entre otros. En 1998 se le otorgó el Premio Nobel de Literatura.
Saramago, uno de los novelistas portugueses más conocidos y apreciados en el mundo entero, traza en esta novela una imagen aterradora y conmovedora de los tiempos sombríos que vivimos, desde el milenio pasado, cuando fue creada. En un mundo así, ¿cabrá alguna esperanza?
En un punto donde se cruzan literatura y sabiduría, al lector conoce una experiencia imaginativa única, Saramago nos obliga a parar, cerrar los ojos y ver. Recuperar la lucidez y rescatar el afecto, son dos propuestas fundamentales de la novela que también es una reflexión sobre la ética del amor y la solidaridad. “Hay en nosotros una cosa que no tiene nombre, esa cosa es lo que somos”, declara uno de los personajes. Tal vez el deseó más profundo del ser humano sea poder darse a sí mismo, un día, el nombre que le falta.
Publicada en 1995, Ensayo sobre la ceguera del Premio Nobel de Literatura en 1998, es uno de los libros más conocidos de Saramago, junto con Todos los nombres y El Evangelio según Jesucristo. Saramago la definía como “la novela que plasmaba, criticaba y desenmascaraba a una sociedad podrida y desencajada”. Es una novela psicológica, contada por un narrador omnisciente que se centra en el personaje principal, la mujer del médico.
El profundo egoísmo que marca a los distintos personajes en la lucha por la supervivencia se convierte en una parábola de la sociedad actual, trascendiendo el significado de ceguera más allá de la propia enfermedad física.
Algo que hace muy particular esta novela es que el autor obvia los nombres de los personajes. La exhaustiva descripción que hace de cada uno de ellos permite al lector identificarlos, los describe por alguna característica sobresaliente como la mujer del médico, la mujer de las gafas oscuras, el niño estrábico, etc.
En esta novela, Saramago nos asoma a los límites de nuestra conciencia a través de seis personajes anónimos dirigidos por la heroína mujer del médico, que han de hacer frente a una pandemia que se extiende por todo el mundo: la ceguera blanca.
La novela sigue las desgracias de los primeros en ser golpeados por la enfermedad y se centra en la esposa del médico, su esposo, varios de sus pacientes y otros, quienes se juntan por casualidad. Después de una larga y traumática cuarentena en un manicomio, el grupo se reúne en una unidad familiar para sobrevivir por su ingenio y por la inexplicable suerte de que la esposa del médico ha escapado de la ceguera. El origen repentino e inexplicable y la naturaleza de la ceguera causan un pánico generalizado, y el orden social se desintegra rápidamente a medida que el gobierno intenta contener el contagio aparente y mantener el orden a través de medidas cada vez más represivas e ineptas.
En la primera parte del libro la narración se centra en los primeros infectados, estos son encerrados en campos de reclusión ante el pánico generalizado. A partir de su encierro se genera un caótico submundo, donde surgen los instintos más bajos del ser humano. Ante el miedo generalizado, los de adentro, fruto de la incertidumbre producida por la ceguera, y los que permanecen en el mundo exterior por el miedo al contagio – "triunfan" los personajes más amorales y que se aprovechan de la desesperación y el pánico generalizado.
La ansiedad por la disponibilidad de alimentos, causada por irregularidades en el suministro, actúa para socavar la solidaridad; y la falta de organización impide que los internos distribuyan comida o tareas de manera justa. Los soldados asignados a guardar el asilo y cuidar el bienestar de los internos se vuelven cada vez más antipáticos a medida que un soldado tras otro se infecta. Los militares se niegan a autorizar medicamentos básicos, por lo que una simple infección se vuelve mortal. Ante el temor de una ruptura, los soldados derriban a una multitud de internos que esperan la entrega de alimentos.
Las condiciones se degeneran aún más a medida que una camarilla armada obtiene el control sobre las entregas de alimentos, subyugando a sus compañeros internos y exponiéndolos a violaciones y privaciones. Enfrentados a la inanición, los internos luchan entre sí y queman el asilo, solo para descubrir que el ejército ha abandonado el asilo, después de lo cual los protagonistas se unen a la multitud de ciegos casi indefensos que vagan por la ciudad devastada y luchan entre sí para sobrevivir.
En la segunda parte asistimos a la ceguera total de la humanidad, excepto la mujer del médico. Esta, ocultando su visión, ya se había convertido en el cabecilla de un grupo de ciegos, los primeros en entrar en los campos de reclusión. Pero el nuevo escenario es la ciudad, donde se produce la muerte en vida, los alimentos escasean y la podredumbre lo invade todo. Es aquí, en este nuevo espacio, donde la mujer del médico se convierte en una guía imprescindible para el grupo, hasta el punto de volverse una dedicación asfixiante. Pero, de repente, este ambiente opresor en el que nos había sumergido Saramago desaparece, al desaparecer repentinamente la ceguera.
En el 2006 se adaptó al cine la novela, la película fue dirigida por Fernando Meirelles, se titula Blindness, participa nuestro compatriota Gael García Bernal y se estrenó en 2008. Ahoira, de forma mas que oportuna, ¿u oportunista?, en plena pandemia COVID, la novela se adapta al teatro, por el ganador de los premios Tony y Olivier, Simon Stephens (El curioso incidente del perro a medianoche), otra vez con el nombre de la película, Blindness, tornándose una experiencia narrativa, sonora y luminosa.
Se anuncia como la primera instalación teatral inmersiva diseñada con distancia social, producida originalmente por el teatro DONMAR Warehouse de Londres, localizado en Covent Garden, Londres, dirigido actualmente por Michael Longhurst y Henny Finch. Cuya misión es reunir a artistas y talentos para crear, ser testigos y participar en producciones de clase mundial, en un espacio íntimo y único, es uno de los recintos teatrales de mayor prestigio en el Reino Unido.
Tras su estreno en Londres en Julio 2020, Blindnessfue presentada en el Koninklijk Theater Carré de Amsterdam y previo a su estreno en Nueva York, Washington D.C, y Toronto, el espectáculo llegó a la Ciudad de México en Marzo del 2021 al Teatro de los Insurgentes, que se transforma, rediseñando el espacio respetando las medidas de distancia social y con todas las medidas de seguridad, dirigida por Mauricio García Lozano, replicando la puesta original de Londres, con la narración y actuación de Marina de Tavira, bajo la producción de Tina Galindo y Claudio Carrera en sociedad con Diego Luna y Luis Gerardo Méndez.
El diseño de sonido, a cargo de Ben y Max Ringham, de los mejores de Europa, utilizan el sistema de grabación binaural de manera espectacular. Escuchamos la voz de la mujer del médico, interpretada por la siempre acertada Marina de Tavira susurrándonos al oído y para posteriormente escuchar sus pasos alejándose, al igual que su voz y no solo es el volumen o la proximidad de su voz, la mujer pasa por todos los estados de ánimo y de Tavira lo hace de una forma espectacular. La tentación de voltear a buscarla es irresistible.
El actual Donmar Theatre nace como teatro y compañía productora independiente hace 28 años y ha ganado más de 100 premios alrededor del mundo. Su fundador artístico Sam Mendes, produjo y dirigió montajes que dieron la vuelta al mundo, como su icónica reinvención del musical de Kander y Ebb Cabaret en 1993 con Alan Cumming, y el drama The Blue Room de Sir David Hare, que marcó el debut en teatro de Nicole Kidman en 1998.
El emblemático Teatro de los Insurgentes, de frente a los tiempos actuales y a la vanguardia del teatro de clase mundial, reabrió sus puertas, para recibir al público con Blindness, una experiencia innovadora, congruente y relevante, lograda gracias a la estrecha colaboración entre el equipo creativo y de producción británico y mexicano para recrear la misma experiencia del West End Londinense en nuestros escenarios, juntos hacen posible este viaje inolvidable, desgarrador e impactante, pero al mismo tiempo luminoso y alentador, tan necesario en este momento de la historia de la humanidad.
Se anuncian las últimas funciones de Blindness, que ya rebasó sus primeras cien representaciones, un montaje innovador e interesante, una obra narrativa, sonora y luminosa, creada durante la pandemia para disfrutarse durante esta, de acuerdo a las necesidades de esta nueva realidad.
El teatro es de todos. ¡Asista!
Absolutamente recomendable.
Blindness de Simon Stephens, basada en la novela de José Saramago.
Dirección: Mauricio García Lozano y Walter Meierjohann
Actuación, voz y narración: Marina de Tavira, no presencial, grabada con tecnología binaural.
Teatro de los Insurgentes. Insurgentes sur 1587, Col. San José Insurgentes.
Teléfonos: 55 5598 6894, 55 5611 4253, 55 5615 2464.
Horarios de Taquilla: De lunes a miércoles de 10:00 a 18:00 horas, de jueves a domingo de 10:00 hasta 30 min después de iniciar la última función.
Funciones: Viernes 18 y 20 horas; sábado 16, 18 y 20 horas; domingo 13, 16 y 18 horas.
Duración aproximada: 75 minutos
Clasificación: A partir de 13 años.
Boletos: Entrada general $850. Anticipe su compra, boletos en www.ticketmaster.com.mx
Fotografías cortesía de la producción.
Capacidad adaptada con regulaciones de distanciamiento social, disponibilidad limitada ÚNICAMENTE a 100 asistentes, ocupando únicamente el 10% de aforo del inmueble.
La obra contiene material de alto impacto sonoro y visual, incluyendo periodos prolongados de obscuridad, efectos sonoros reproducidos a alto volumen y cambios bruscos de iluminación.
PROTOCOLOS DE SEGURIDAD SANITARIA:
Toma de temperatura al personal y al público a su llegada.
Uso obligatorio de mascarilla durante toda la presencia en el recinto, y, por supuesto, durante toda la función.
El teatro es desinfectado entre funciones con todos los protocolos, tanto el área de asientos y áreas comunes, como los audífonos utilizados por el público en cada función.
Los boletos se venden principalmente en línea, para quien vaya en pareja, se permite que dos personas se sienten juntas.
Cada isla de dos butacas está a 1.5 m de distancia de otros asistentes.
La tecnología mejorada de ventilación proporciona más aire fresco del exterior y se desinfecta el aire circulando.
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