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Todo lo que está a mi lado

Actualizado: 21 ago 2020

Una experiencia muy poderosa de intimidad.

Texto y fotos: Salvador Perches Galván.



Fernando Rubio, autor y director de Todo lo que está a mi lado, nos comparte la génesis de su pieza escénica:

“Mi padre está en cada uno de los movimientos de mi obra y de mi vida. Después de su muerte varios sueños trajeron para mí recuerdos del pasado que vivimos juntos. El día que escribí la pieza el sueño no había sido tranquilo. Desperté en mi cama llorando con una sensación de angustia y soledad que pocas veces había sentido con tanta fuerza al levantarme”.


Todo lo que está a mi lado se estrenó en México, presencialmente, en marzo de 2019 en el Museo Universitario del Chopo, en aquella ocasión, con varias funciones en el propio museo y otras en la Alameda de la Santa María la Rivera, colonia donde se ubica el recinto universitario. Fue una instalación escénica integrada por 7 camas, 7actrices y 7 espectadores.

¿Y son siete historias diferentes?, cuestionamos a Rubio en aquel momento.

No, es la misma historia. Parte del concepto central de este trabajo es la idea de una voz que se replica en muchos cuerpos, tantos como espectadores pueda tener, por eso es un único texto y está construido en segunda persona. El texto comienza diciendo un momento en el que te quedaste solo.


Un experimento muy interesante, muy íntimo con respecto las actrices y al espectador.

Si, es una experiencia muy poderosa, afirma el director de origen argentino, de intimidad donde el espectador se acuesta en la cama, al lado de una actriz. Durante 15 minutos sucede este texto qué es un pasaje por la infancia, el crecimiento, la pérdida y el alivio después de la pérdida. Está construido en segunda persona, o sea que permanentemente es un reflejo con el cuerpo del espectador, de la espectadora.


La historia es un pasaje por diferentes momentos de la vida que, en una construcción universal del texto, permite hacer referencia a la infancia, al crecimiento, a la pérdida y el alivio, y esa posibilidad que aparece en la historia de cualquier persona, no importa la edad que tenga, puede haber vivido ese círculo en algún momento de su vida, o toda su vida. Aparecen también una serie de reflejos y posibilidades de acercamiento de lo propio, por mas que el espectador está en silencio todo el tiempo, hace eco de esa voz de la actriz, y en esa conexión, a través de las miradas, a través del silencio, a través del tacto.

Siempre es un momento muy conmovedor, afectivo, de una intimidad muy sutil también.

Todo lo que está a mi lado recibió el premio a la obra más original e innovadora del Festival Internacional de Teatro Artes y Calle, realizado en Valladolid, España (2017); así como seis premios del jurado en el London International Festival of Theatre, de Inglaterra, (2016).


¿Cómo ha sido la respuesta del público?, cuestionamos a su director.

Siempre ha tenido respuesta extraordinaria, de hecho, con el elenco mexicano fue el montaje número 27 en todo el mundo, entre América, Asia, Europa ya hay 27 elencos con este.


Siempre ha generado muchas emociones, mucha calidez de parte del público, reflexiones de todo tipo, gente que vuelve permanentemente, gente que se acerca solamente a mirar porque no se atreve a entrar a la cama.


La obra tiene además una posibilidad que, pienso yo, es maravillosa. Si bien tiene muchas complejidades a nivel de estructura, es una obra para todas las personas, realmente busca esa idea de lo popular teniendo una estructura muy sólida intelectualmente, formalmente, pero que no se aleja de las personas, que busca el contacto con la persona qué asiduamente va al teatro, o cualquiera que pasa por la calle y se interesa y que no consigue entrar fácilmente en conexión con el arte contemporáneo. Me parece que ese es uno de los logros más grandes de la obra.


Nacido en Buenos Aires, Argentina, en 1975, Fernando Rubio es un director, dramaturgo y artista visual, egresado de la Escuela Metropolitana de Arte Dramático. Desde 1998 realiza proyectos en busca de la reformulación del espacio y el vínculo con los espectadores. Fundó Intimoteatroitinerante en 2001 y ha presentados sus piezas escénicas en diversos festivales internacionales de teatro y cine, así como en museos, centros de arte, teatros y espacios públicos de Alemania, Argentina, Austria, Bolivia, Brasil, Chile, Corea, Cuba, Egipto, España, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Hungría, Inglaterra, Irlanda, Italia, México, Portugal, Rusia, Singapur y Uruguay. Sus textos han sido traducidos al inglés, alemán, portugués, finlandés, griego, holandés, coreano, italiano y francés. Varias de sus obras han sido publicadas.

Rubio nos comparte cómo fue el proceso para la elección del elenco mexicano.

Fue elegido un poco por la relación que yo tenía con algunas actrices de este lugar, había impartido unos talleres aquí, y en Guadalajara, a otras las conocía de tiempo atrás. Siempre el momento de la elección de las actrices es un proceso largo, que empieza a ser un proceso íntimo de intentar conocerlas, de intentar ver donde resuena ese texto. Realmente son actrices talentosísimas las de este lugar, fue un proceso de trabajo a la distancia primero y después ensayando en el Museo del Chopo, muy enriquecedor para mí y creo que para ellas también.


La idiosincrasia, la cultura de cada lugar, ¿qué tanto modifica el montaje, aunque sea el mismo texto?

Mucho, porque, imagínate, este montaje se ha hecho en Corea del Sur con gente que no está acostumbrada ni siquiera a tocarse entre sí, mucho menos a mirarse a los ojos con tanta naturalidad. Entonces la idiosincrasia de cada lugar, el paisaje de cada lugar, las condiciones climáticas de cada lugar, son impactos dentro de la obra, que no solamente hablan de lugar, sino también de las posibilidades de la obra y las posibilidades que tenemos de construir otro tipo de relaciones.

¿Estás a gusto con el montaje mexicano?

Mucho, mucho. Ha sido un placer como me trataron en El Chopo. El trabajo con todas las actrices mexicanas, con toda la gente que estuvo alrededor del montaje y creo que esta ciudad es ideal para hacer esta obra.


Esta reflexión sobre el espacio público y la relación con el otro, paso, sin mayor tramite, de la intimidad escénica a la experiencia a distancia, gracias a la tecnología, sin poner en riesgo tanto a las actrices como al reducido publico que puede disfrutarla, ya que, al compartir una cama, resulta complicado guardar la sana distancia. Por cierto, al hablar de la cama, afloran muchas posibilidades de uso, una de ella lo es, por supuesto, el sexo…

En algunos momentos aparece, obviamente, son palabras de Fernando Rubio, toda la referencia que nos trae una cama, en la cama la gente tiene sexo, muere, nace, duerme, sueña, convalece. Hay una memoria tan grande y la entrega del público también siempre es tan grande: ¿qué va a pasar ahí, en esa cama?, ¿qué tengo que hacer?, ¿qué me van a decir?. ¿qué me van a contar?, ¿me van a tocar, o no?.

¿Cuánto de esa proximidad puede ser una incomodidad?, aunque todo se trabaje desde una enorme sutileza, la obra busca un encuentro afectivo, simplemente eso, y en ese encuentro afectivo aparecen también todos nuestros temores, nuestras trabas, no es tan fácil acostarse con un desconocido acá, y tampoco muchas veces afuera.

En la pieza escénica los objetos del entorno se resignifican, dando pie a nuevos pensamientos estéticos sobre la intimidad, el vínculo con los otros, la presencia en el tiempo y las sensaciones que produce la acción de compartir, con desconocidos, espacios que habitamos de forma afectiva. La pieza busca la reflexión sobre la experiencia en todas sus posibilidades: estéticas, conceptuales, urbanas y relacionales.



En Todo lo que está a mi lado el silencio es un aspecto inicial, las palabras conducen a la presencia del otro que es a dónde se debe llegar. La pieza se estrenó, como ya se mencionó justo un año antes de que el COVID mandara a todo el mundo a sus casas y la temporada contó con un reparto integrado por: Paula Castagnetti, Karina Díaz, Regina Flores Ribot, Mercedes Hernández, Tae Solana Shimada, Isabel Toledo y Stefanie Weiss.

Esta temporada virtual, ha sido interpretada por Mercedes Hernández, Regina Flores Ribot, Karina Díaz y Stefanie Weiss, excelente actriz a quien tuvimos oportunidad de disfrutar pseencialmente y a distancia, y que ofreció su última función el miércoles 19 de agosto, y cuyas fotos, de aquella temporada en el Chopo, Ilustran este texto.

Todo lo que está a mi lado en su versión digital, es una plataforma pensada para vivir la obra a través de dispositivos conectados a internet, en tiempo real, que reúne la mayor cantidad de actrices en el mundo. A través de esta plataforma la pieza se puede ver en 11 idiomas, con cientos de actrices de diversas ciudades que han sido parte del performance en festivales teatrales, museos, centros de arte moderno y espacios públicos de América, Europa y Asia.

El teatro es de todos. ¡Asista!

Absolutamente recomendable. Una experiencia que vale la pena vivirse.

Todo lo que está a mi lado. De Fernando Rubio

Dirección: Fernando Rubio.

Actuación: Mercedes Hernández, Regina Flores Ribot, Karina Díaz y Stefanie Weiss.

Producción ejecutiva de México: Montserrat Cattaneo.

Diseño Gráfico y web: Santiago Pianca.

Producción general y distribución internacional: Cecilia Kuska

Para informes y solicitudes: www.todoloqueestaamilado.com

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